En 2014 el desgaste del proyecto de alternabilidad, concebido a principios de la década de 1990, ha creado una competencia a tres bandas relativamente equilibrada. Si gana el ungido por Martinelli, es probable que todo el tejido armado por la clase dominante (o como popularmente la llama el pueblo panameño, la oligarquía) se desmoronará. En el horizonte se levantan dos alternativas políticas prometedoras: Por un lado, el FAD con los obreros a la cabeza. Por el otro, la candidatura independiente de Juan Jované.
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